La conquista romana trajo consigo una serie de transformaciones en el mundo celtibérico, manifestadas en una progresiva aculturación, conocida como romanización, y que afectó a todos los aspectos de la vida indígena.
Conllevó la implantación dela cultura y organizaciónurbana romana, adaptada a la realidad celtibérica: construcción de nuevas edificaciones, acuñación de moneda, empleo de la escritura, adopción progresiva del latín, uso de objetos y vestimentas romanas, asimilación de cultos y dioses. Sin embargo, la romanización no fue homogénea ya que durante mucho tiempo continuaron conviviendo ambientes romanizados con otros indígenas.
La ciudad como instrumento de romanización
En una centuria se modificó de forma casi radical la Celtiberia, utilizando la ciudad como instrumento de romanización y centro de control territorial, aplicando esta política en dos fases: una desde finales del siglo II a.C. y otra desde mediados del siglo I a.C. y otra con el cambio e inicio de era
- Primera reestructuración territorial: las ciudades en llano (fines s.II a.C.):
La incidencia romana sobre los asentamientos se empezó a acusar ya a partir de la Guerras Celtibéricas (después del 133 a.C.) con la instalación de una serie de ciudades de nueva planta, en zonas con recursos agrícolas o mineros, que se han dado en llamar “en llano”. Serían pobladas por indígenas romanizados, itálicos emigrados y veteranos de guerra asentados.
Aragón
- Segeda II, Durón de Belmonte (Z)
- Valdeherrera, Calatayud (Z)
- La Caridad, Caminreal (TE)
- Alto Chacón, Teruel
- Herrera de los Navarros (Z)
- El Castellar, El Berrueco (Z)
- Ojos Negros-yac metalurgicos (TE)
Castilla y León
- Uxama, Osma (SO)
- Tiermes, Montejo de Tiermes (SO)
-Segunda reestructuración territorial (segunda mitad S. I a.C.):
A partir de mediados del siglo I a.C. se produjeron profundos cambios, con el traslado de ciudades y de su población, conservando éstas el nombre del núcleo indígena anterior, sólo en la zona de Alto Duero se mantendrán en el mismo sitio. El momento inicial debe datarse en época de César, aunque el momento de auge tendrá lugar con Augusto.
A partir de Octavio muchas ciudades alcanzaron el rango municipal, lo que conllevó la monumentalización de sus edificios y la difusión y uniformidad de múltiples aspectos de la cultura material. Así, la arquitectura, acompañada de esculturas y epígrafes, fue un medio altamente eficaz para transmitir la ideología de poder.
También recibió gran impulso el intercambio de bienes y el movimiento de personas, propiciados por dos vías romanas principales que atravesaban la zona, una que unía Caesaraugusta(Zaragoza) con Asturica(Astorga) y Emerita Augusta(Mérida) y otra que unía Nertobriga(Calatorao? y Bilbilis(Calatayud) con Segontia.
No obstante, las lápidas muestran la pervivencia de grupos suprafamiliares indígenas y otras estelas, decoradas con la figura del jinete, reflejan la vigencia de un tipo iconográfico lleno de connotaciones que se conoce en Clunia, Lara de los Infantes (Burgos), Segovia, Borobia (Soria).
Los centros urbanos se establecen ahora en asentamientos de nueva creación o sobre pequeños asentamientos celtibéricos anteriores:
Aragón
- Bilbilis Itálica, Calatayud (Z)
- Arcobriga, Monreal de Ariza (Z)
- San Esteban, El Poyo del Cid (TE)
Castilla y León
- Augustobriga, Muro (SO)
- Numancia, Garray (SO)
- Uxama, Osma (SO)
- Tiermes, Montejo de Tiermes (SO)
- Clunia, Peñalba de Castro (BU)
Castilla-La Mancha
- Segobriga
- Ercavica – Contrebia Carbica
Rioja
- Contrebia Leukade, Inestrillas