¿Cómo llegar?
Bien desde Aguilar del río Alhama o desde Cervera del río Alhama en direcciones opuestas, transitando la carretera LR-284, para desviarse a la derecha (está señalizado), después de recorrer poco más de 1km, viniendo de Aguilar y a la izquierda poco antes de llegar a Aguilar, viniendo de Cervera.
Situación y emplazamiento
Esta ciudad se sitúa en las estribaciones del Sistema Ibérico, sobre la margen derecha del río Alhama, en el municipio de Aguilar del Río Alhama, pedanía de Inestrillas. Su posición, en un punto intermedio del valle del Alhama, le permitía controlar una de las vías de comunicación entre el valle del Ebro y la Meseta, entre la antigua Graccurris (en Las Eras del San Martín de Alfaro), fundada por T. Sempronio Graco en la desembocadura del río Alhama, como base de operaciones para la conquista del Alto Duero, donde se sitúa Numancia, que opuso una dura resistencia.
Trabajos de investigación
La primeras noticias sobre este yacimiento corresponden a Traggia (1792), siendo más abundantes las referencias a lo largo del s. XVIII y XIX, pero fue Blas Taracena, a principios del siglo XX (1924) quien lo abordó de una manera científica, identíficándolo con la ciudad Celtibérica de Contrebia Leukade, a partir de la cita de Tito Livio, realizando excavaciones en 1934 y 1935, que le permitieron concretar sus fases de ocupación, así como descubrir su sistema defensivo y la ordenación del espacio interior.
El Equipo que dirige José Antonio Hernández Vera de la Universidad de Zaragoza, inició sus trabajos en 1989 prolongándose hasta el momento actual, habiendo incrementado el conocimiento, que ahora tenemos de este yacimiento, y acondicionándolo para la visita, en el marco de un plan, aprobado por la Dirección General de Cultura, del Gobierno de la Rioja.
El nombre de la ciudad y referencias históricas
Es de etimología celta *Kom-treb-ya, cuyo significado según los autores sería “reunión de viviendas”, “habitación conjunta” o “vivir en común” y Leukade, se ha relacionado con el rdical*leuk-, que significa brillar, lucir, del que derivaría también el dios celt Lugus.
La ciudad fue conquistada en el 181 a. C., recuperando después su independencia, para volver a ser conquistada en el 142 a.C. Más tarde, según Tito Livio, tomó parte en las Guerras Sertorianas (80-72 a. C.), siendo tomada por Sertorio en al año 77 a. C.
El poblado de la primera Edad del Hierro
Como antecedente a la ciudad celtibérica, se asentó en la cumbre del cerro más occidental un pequeño poblado de tipo castreño (s. VI-IV a. C.), aprovechando las posibilidades defensivas que proporcionaba el escarpe sobre el curso del río y protegiendo el resto del perímetro con una muralla a cuyo interior se adosaban casas de planta rectangular excavadas en la roca.
VISITA A LA CIUDAD
Características del asentamiento
Esta ciudad se asienta entre dos pequeños cerros de diferente altura y su vaguada, que le proporcionan protección y una posición destacada para el control de su entorno.
La zona mejor defendida, realmente inexpugnable es el lado más occidental de la ciudad, ya que cae en cortado vertical sobre el cauce del río Alhama. Por el contrario, la más accesible es la zona nororiental que da salida a la vaguada que discurre entre los dos cerros.
Será hacia la segunda mitad del siglo IV a. C. cuando se amplia el poblado y para reforzar su defensa se construye un gran foso y una muralla. Paralelamente a estas mejoras defensivas, se acometieron obras para disponer de agua potable en la ciudad. Fue durante este periodo cuando el asentamiento adquirió su extensión definitiva, 12 Ha de superficie amurallada y se organizó su trazado urbano.
El sistema defensivo
El gran foso excavado en el lado oriental de la ciudad celtibérica, alcanza una longitud próxima a los 700m. y tiene una anchura y profundidad en torno a los 8m. Esta magna obra supuso la extracción de más de 40.000 metros cúbicos de piedra que se utilizaron en la construcción de la muralla, de la que sólo quedan algunos restos.
Los restos más antiguos de la muralla se conservan en el extremo oriental, en el punto más elevado del conjunto arqueológico (en relación con el foso), ya que en los lienzos que quedan en pie muestran frecuentes rehechos y reparaciones en distintos momentos; no obstante, se puede seguir la totalidad del trazado por los entalles realizados en la roca para asegurar su asiento
El espacio interior
El caserío de la ciudad se ajusta a la intrincada topografía del lugar, disponiendo las casas alineadas respecto a calles que siguen las curvas de nivel. Las casas son de planta rectangular, por lo general compartimentadas en varias dependencias dispuestas longitudinalmente: un vestíbulo que se utilizaba para actividades artesanales y domésticas, una habitación principal en la que se situaba el hogar ligeramente elevado sobre el suelo y un almacén, a veces de grandes dimensiones, excavada frecuentemente en la roca natural.
La conservación de parte importante del alzado de los muros excavados en la roca, así como de los mechinales donde encajaban las vigas, permite reconocer la existencia de varias plantas en algunas casas. Los suelos eran de tierra apisonada. En el vestíbulo o en la habitación principal, suele haber uno o dos depósitos excavados en la roca y revocados de yeso que se cubrían con una tapa de madera.
El abastecimiento de agua
Para asegurar el abastecimientote agua de forma permanente y suficiente sin depender del exterior, los habitantes de Contrebia desarrollaron dos obras para tener accesos que comunicasen el interior de la ciudad con el nivel freático del río Alhama. Uno de estos accesos, más al sur, era un canal que comunicaba con la llamada cueva de Los Lagos, del que se conserva la entrada y los primeros metros de recorrido.
La segunda de estas obras, se trata de un pozo excavado en la roca al que se accede desde el interior de la ciudad, a través de una escalinata también tallada y en parte abovedada. Inicialmente debió tratarse de un aljibe que se abastecía a través de un canalillo, que conducía hasta él el agua del Alhama, que podía ser cortado desde el exterior en caso de conflicto. Es posible que esta situación provocara su remodelación, que consistió en profundizar todo el conjunto, escaleras de acceso y aljibe, hasta llegar al nivel freático del río, para asegurar el abastecimiento sin depender del exterior.
La ciudad romana
Tras el cambio de era la ciudad registró un periodo de renovada actividad, construyéndose entonces la muralla que cierra el lado norte en sustitución de la anterior celtibérica destruida.
La muralla
La muralla romana discurre paralela a la celtibérica en la mayor parte del trazado. Sólo en su extremo noroccidental, se funden ambas para ajustarse al escarpe sobre el río.
El tramo de muralla, que cierra el lado norte (el más bajo, de fácil acceso e inmediato al río), difiere del resto de la muralla tanto a nivel tipológico, técnico y monumental, ya que presenta seis torreones semicirculares, dos de ellos flanqueando la puerta de entrada, y mostrando en su fábrica sillares de arenisca bien tallados y dispuestos. Esta construcción, retranqueada varios metros respecto a la muralla celtibérica, data de finales del siglo I o del II d. C.
La puerta romana
Esta situada en el eje y salida de la vaguada, que atraviesa el centro de la ciudad. Dos torreones flanquean esta puerta de dos hojas (se conservan los quicios), que daba acceso a un largo corredor con varias pilastras en sus paredes para sujetar probablemente elementos de cubierta.
Urbanismo
Parece evidente que las características urbanas más generalizadas que contemplamos en la ciudad corresponde en gran parte a la actuación romana, aunque en ella debió pesar, lo mismo que en la ciudad celtibérica anterior, la necesidad de ajustar las calles y los aterrazamientos de las casas a las curvas de nivel que impone las bruscas pendientes de los cerros. A esto hay que añadir el condicionamiento, que también supuso la excavación y aprovechamiento de la roca para asentar los edificios, herencia celtibérica anterior.
No obstante, es muy probable que las construcciones romanas, no solamente las casas, sino también los espacios públicos, no documentados todavía, tuvieran, proporcionalmente a su volumen, una mayor superficie constructiva de muros y una menor utilización de la excavación en la roca, pero ésta es la que ha marcado lógicamente la actuación investigadora, en gran medida.
Los cambios, en cuanto a la monumentalidad y la utilización de materiales más nobles, se atisban en el porte de la muralla norte y el hallazgo de pavimentos de mosaicos decorados a base de motivos geométricos, animales y plantas esquemáticas. Es probable que los apoyos y los cimientos excavados en la roca, que ahora se ven, pudieran estar en su momento “escondidos” por la monumentalidad y los enlucidos de las construcciones romanas y que, una vez destruidas, hayan quedado más visibles, mostrándonos sólo una pequeña parte de lo construido.
El poblamiento medieval
Este lugar vuelve a acoger un contingente importante de población, durante el siglo VII, que perduró tras la conquista islámica, hasta fines del siglo IX o inicios del X, que será cuando se abandone definitivamente
Muros por delante de la muralla romana muestran alineaciones de casas de época alto-medieval que se adosaban a la muralla romana.
Destaca la utilización de la cueva de una de las casas celtibéricas como lugar de enterramiento, mientras el resto de la casa se mantuvo cubierta por los escombros
Itinerario
- Puerta, muralla y antemuralla romanas
- Confluencia de la muralla celtibérica y romana
- Grupos de casa escalonados en la ladera norte
- Grupos de casas celtibéricas y superposición de muros medievales
- Calles celtibéricas, muralla romana y muros medievales
- Puerta sur, muralla celtibérica y torreones
- Casas celtibéricas y reutilizaciones medievales
Centro de Interpretación de Contrebia, en Aguilar del Río Alhama
En la recepción de este centro se pueden ver expuestos algunos restos arqueológicos, sobre todo cerámicas relacionadas con Contrebia, pero a esta “presentación” tiene como contrapunto el discurso expositivo que se desarrolla a lo largo de cinco salas, dedicadas a “La entrada a la ciudad”, “La Ciudad”, “El camino, el pozo y la naturaleza animista”, “El camino hacia la gente”, “La gente: la plaza de las historias”.
La exposición no tiene como objetivo aclarar o completar la información de la visita realizada a la ciudad, sino que transcurre a otro nivel, ya que lo que pretende en el recorrido de los diferentes ámbitos es evocar una ciudad reinventada en un mundo celtibérico cargado de simbolismo, con el que se quiere reflejar su vida cotidiana, sus costumbres, su función militar y estratégica y “sobre todo” los sueños y sensaciones de quienes la construyeron y la habitaron.
Contacto y horarios
- Centro de interpretación de Contrebia Leukade
- Camino Villarijo, 26530,Aguilar del Río Alhama
- Teléfono: 941197119
-Horarios:
- De martes a sábado de 10.00 a 14.00h. y de 17.00 a 20.00h.
- (lunes cerrado).
-Precio de la entrada:
- Adultos 3€
- Grupos de más de 25 personas, tercera edad y jóvenes de 13 a 17 años: 2€
- Niños de 6 a 12 años: 1€